Ya era tarde. La puerta había sido abierta.
¿Qué clase de oscuras sombras, angeles errantes del infierno, y cualquier tipo de maldad amplificada por la magia negra podrían salir de alli?
No lo sé, no sé que pasará ahora, no sé que será de mi, ni del resto de mi familia. Ni siquiera sé que podría ocurrir ahora con el resto del mundo; ahora que la puerta estaba abierta.
Ni lo sé, ni me importa. No me importa luchar, ni sufrir, ni siquiera me importa morir. Lo único que quiero es encontrar a mi hermano. Y si le ha pasado algo, quiero darle venganza a la bruja asquerosa que se lo llevó.
Se lo llevó porque no podía soportar la idea de que yo terminaría con ella. Una lucha entre inmortales desde pequeñas. Y una lucha eterna. Pero, ¿Cruzar por ese portal a un mortal? ¿A mi hermano? Eso era un golpe bajo para mí. Antes se trataba entre la derrota de dos mundos. El mundo del mal y del bien, su mundo y mi mundo. Pero ahora… ahora era algo personal.
Lo he escrito en un ataque de inspiración que todavía no sé muy bien de donde ha salido, ni sé a donde trato de llegar con esto, ni si lo continuaré, pero bueno, ahí queda, y de paso no se me muere esto, que ultimamente lo tengo abandonado.
Me gusta.
ResponderEliminarBuah, hace que no pensaba en ángeles caídos, sombras, infierno, mal, etc., desde que me fui, prácticamente. Pero bueno, ahora que vuelvo, hay que volver a la normalidad, no? jajaja
Por cierto, espero que este año también haya fin de semana especial en el caracol ;) jajaja
Te quiero.