jueves, 3 de noviembre de 2011

Los deseos, deseos son y deseos se quedan.

¿Recuerdas todo lo que deseaste varios años atrás?
¿Tú eras de l@s que creían que por desear mucho algo, esto se iba a cumplir?
Yo recuerdo arrancar dientes de león al lado de mi colegio, soplar pidiendo un deseo, y realmente esperanzada ver como las semillas se alejaban volando.
Recuerdo que que estaba segura de que aquello se cumpliría, tarde o temprano. Sabía que aunque pasaran años, lo que pedí algún día llegaría. Y nada de lo que pedí llegó. Y sé que no llegará. Aunque sean cosas absurdas que ahora ya no quiera, o no me resulten imprescidibles. Pero antes, lo eran. Eran importantes para mí. Y yo vivía feliz ya solo por ‘saber’ que por haberlo pedido como deseo, algún día llegaría.
Lo que realmente me entristece de esto es que ahora que he madurado, o al menos algo más madura soy, sé perfectamente que por mucho que desee algo, no se va a cumplir, y ni siquiera, tengo la ilusión esperanzada de que se cumplirá. O sea, que tengo a ciencia cierta que no ocurrirá.
Y es que sí, hoy, a las 6.30 de la mañana estaba yo pensando en esto, y sí, ha sido hoy, cuando realmente he entendido eso de que la felicidad vive en la ignorancia…
Y sé que al igual que lo que deseé en su momento ahora me parecen tonterías, dentro de unos años lo que ahora deseo también me lo parecerán, pero cuando era pequeña, me eran cosas importantes, y ahora, también lo son…

2 comentarios:

  1. :O que bonitoo :)
    te sigoo!
    me encanta tu blog:D

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  2. owww eso fue tan hermoso pero tienes razon es duro pero asi es

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