En fin. Ahí va. Necesitaba desahogarme, ¿vale? Y hacía tiempo que no me salía desahogarme escribiendo.
Ese momento en el que te
das cuenta de que nada es igual. Que todo ha cambiado. Que toda esa ilusión..
definitivamente, poco a poco, está desapareciendo..
Y te das cuenta de que en
el fondo quieres abandonar el camino.. ese camino que marcaste hace ya bastante
tiempo junto a él..
Soltarle la
mano, y cambiar de rumbo..
Pero no puedes evitar mirar
atrás y observar todo lo que habéis construído juntos.. ahí está.. tu ilusión, tus besos, tu dolor,
tu esfuerzo, todas esas sonrisas arrancadas de la cara, los momentos, esas
ácidas lágrimas que como ahora, resvalaban por tus mejillas, ubicándose en la
comisura de tus labios, esos que han susurrado los mas sinceros te quieros…
Y te amarras a todos esos
recuerdos, y te impiden continuar. Porque en realidad no hay ninguna razón para
dejarlo ir, sencillamente todo ha cambiado. Tú has cambiado. Porque nada va
mal, en realidad. Esta vez, eres tú el problema. Simplemente es esta vez el
corazón el que traiciona, o tal vez la razón, quién sabe.
Y sientes miedo.. miedo a
estropearlo todo.. miedo a fallar, miedo a quedar la mala del cuento. Y quizás
lo seas. Pero por más que intentas engañarte a ti misma.. en el fondo sabes
cuál es la realidad por más que te duela.. por más que le vaya a doler…
Recuerdas todos aquellos ‘para
siempre’ que dijiste, y realmente llegaste a sentir.. y ahora te sientes como
una mentirosa incapaz de cumplir una promesa.
Y te bloqueas… y no saber
qué hacer.. ni cómo… te quedas perdida en un mar de lágrimas, dudas y emociones.
Y aquí estoy. Escribiendo
esto, tratando de desahogarme.. Esta líneas sin un final claro. Porque tampoco
sé cómo darle un sentido.
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