martes, 10 de mayo de 2011

Historias sin final... O al menos sin un final esperado.

Era todo perfecto. Clara y Marcos cumplían un año de estar juntos, y ambos estaban emocionados.
Clara había gastado horas frente al espejo, arreglándose para un día inolvidable.
Su mejor camiseta, sus mejores pantalones, pelo recién lavado, recién planchado…
-Marcos dijo que tenía una sorpresa para mi, ¿Cuál será? – Se preguntaba.

Marcos setaba nervioso. Quería que todo fuera perfecto. Tarde en el parque donde se conocieron, tomar un helado o algo, y más tarde, la llevaría al restaurante más lujoso y romántico de la ciudad. Después de cenar les esperaba su cuarto, con música romántica, pétalos de rosa en la cama, champán bien frío y un pequeño regalo.
Un detalle, pero que él sabía perfectamente que a Clara le iba a encantar, porque sí, porque así es ella.

A las 5 se encontraron en la puerta del parque, se saludaron, como siempre, con un beso y un abrazo, esta vez, más fuerte ese abrazo, era un día especial para ambos.
Caminaron por el parque, por los lugares que recorrieron aquel día en el que se dejaron mostrar su amor por el otro, agarrados de la mano. Riendo, disfrutando.
Acabaron tumbados en el césped, con sonrisas de completa felicidad. Estaban a gusto, todo estaba saliendoperfecto, y eso les gustaba.

-Eres fantástica.
-Y tú, mi vida. No sabes lo feliz que me hace estar contigo. Te amo.
-Yo más, tonta, ya lo sabes.
-No…

Marcos protestó, y se defendió a base de cosquillas. Al terminar Clara las carcajadas, habló su corazón.

-No quiero que esto acabe nunca…
-No tiene porque acabar.

Y ambos se dejaron derretir en los labios del otro. Ambos se deshicieron en un abrazo sin fin.
Se quedaron un rato mirándose a los ojos. Sobraban las palabras, con una mirada podían decirse todo.

-Es tarde, vamos.
-¿A dónde?
-A cenar, he reservado mesa en El Rancho.
-¡Pero si es carísimo!
-¿Y qué? Es un día especial, ¿No?
-Está muy lejos…
-He dejado allí la moto aparcada.


-Tan solo tienes un casco?
-Sí. Póntelo tu.
-Pero y tu como vas…
-Póntelo – La interrumpió.

A mitad camino comenzó a llover ¡Vaya! Apenas se veía la carretera. De pronto, un coche en dirección contraria perdió el control, cruzándose al carril donde iban con la moto. A marcos no le dio tiempo a frenar.


Fueron las sirenas de ambulancias y bomberos lo que hizo que Clara volviera en si.

-Chica, ¿estás bien? ¿Cómo te llamas? ¿Me oyes?

Era un médico.

Clara abrió los ojos. Estaba todo muy borroso, aunque ya no llovía.

-Qué…¿Qué… ha pass…pasado?
-Has tenido un accidente de moto.
-Mar…¿Y Marcos?
-No te preocupes, tranquila, ¿Puedes moverte?
-¿Dónde está Marcos?
-Te vamos a llevar al hospital a ver si tienes alguna lesión.

Clara consiguió ponerse en pie, aunque tenía las piernas débiles, y notó como le escurría sangre por la cara.

-Eh, chica, no te muevas, puede que tengas alguna lesión.

Clara no hizo caso. Hasta que más adelante vió un montón de gente.

-¿Marcos?

Clara corrió hacia el grupo, intentando abrirse paso. Un policia la detuvo.
-¡Quieta!
-¡Es mi novio! ¡Déjame!
Consiguió abrirse paso, y contempló a Marcos, tumbado en el suelo, con los ojos cerrados.

-¡Marcos! ¡Cariño! ¿Estás bien, mi vida?...¡Marcos, contestame…!
Al ver que Marcos no se movía Clara empezó a alarmarse, y las primeras lágrimas empezaron a deslizarse por sus mejillas.
-¡Marcos…!
Marcos giró un poco la cabeza, y entreabrió los ojos.
-¿Cl….cl…a…Clara?
-¡Marcos! Estoy aquí… te pondrás bien cariño, ya lo verás…
-T….t….a….te amo.
Volvió a cerrar los ojos, y su cabeza se dejó caer sobre las rodillas de Clara.
-¡¡¡¡¡Marcos!!!!!!! ¡¡¡¡Nooo!!!! ¡No me hagas esto, por favor, aguanta!
Clara lloraba desconsolada.
-Chica, eh… tranquila, lo siento…. A… a muerto….
-¡NOOOOO! No puedo haber muerto, no….
Clara abrazaba el cuerpo sin vida de Marcos tirado en medio de la carretera.
[…]

Unas semanas más tardes Clara recibió una llamada.

-Clara, cariño, es para ti.
Clara caminaba por el pasillo sin ganas. Normalmente corría esperanzada de que fuera Marcos, pero estaba claro que él no sería.
Aunque no iba demasiado desencaminada. Helena, su madre.
-¿Sí?
-Clara, hola, soy Helena la madre de… Marcos- Se oyó como lloraba, tratando de ser disimulada.
Clara al oir su nombre también lloraba.
-Verás… lo siento por no llamar antes, estábamos destrozados… y bueno… eras una persona muy especial para mi hijo, y seguro que donde quiera que esté ahora, los seguirás siendo y…
Clara lloraba.
-Y bueno, el día que murió…. El te tenía guardado un regalo, y supongo que e querría que lo tuvieses tú… Si te quieres pasar ahora por casa…
Clara intentaba serenarse para dar una respuesta.
-Eh.. sí… ahora voy… gracias por llamar….
-Hasta ahora.

Clara llegó a los pocos minutos.

-Hola, cielo, pasa pasa.
Tenía los ojos irritados de llorar. Se le hacía raro estar en casa de Marcos… sin Marcos.
-Ven sígueme.
Helena le mostró el camino hacía su cuarto, aunque ella se lo conocía muy bien. Al abrir la puerta observó su cama con los pétalos de rosa. Y unas lágrimas empezaron a escurrirse de nuevo.
-Está tal y como lo dejó…
Clara vió el paquete y se acercó a él, sentándose en la cama para abrirlo.
Helena se sentó con ella.
Al lado había una tarjeta, la cual abrió. Había una foto de ellos dos, y unas palabras de la más clarísima letra de Marcos.

¡Cariño! Que ya es un añito a tu lado…¡Qué contento estoy!
Ya verás como serán muchos más… Espero que te haya gustado la cena, y las rosas y todo.. un poco cursi, ¿No crees?
Bueno, qué se le va a hacer…
Este año junto a ti ha sido lo más bonito que me ha pasado… siempre has estado ahí; en nuestros buenos y malos momentos… y perdona si alguna vez te he fallado… Tu nunca lo has hecho.
No soy muy de escribir cartas, lo siento, ya lo sabes. Ni de hacer grandes regalos, pero te he comprado un pequeño detalle, que espero que te guste. Aunque sé que te emocionas con cualquier cosa… así que espero que te guste…

Te amo mi vida.
Siempre juntos.
Marcos.

Clara lloraba al leer estas lineas.

-“Siempre juntos…” – Susurró, rompiendo a llorar.
Helena la abrazó.
Cuando se hubo tranquilizado abrió el paquete.
Era una pulsera con su nombre. Y detrás la fecha en la que empezaron a salir.
A ella le encantó, esta claro…
Se la puso, y se prometió así misma que Marcos nunca se habría ido…estaría presente para siempre, en su corazón.
Y lo cumplió. Cada día lo recordaba. Y cada día dedicaba gran parte del día a recordar todos esos momentos en los que era feliz junto a él…
Y se le escapaban sonrisas al recordar sus cosquillas tumbados sobre el cesped, de aquel parque donde un día empezó todo…




Aunque no podía evitar el terminar llorando, la ultima vez que piso ese parque, y que por desgracia, la última vez que estuvo con Marcos… Para siempre…

3 comentarios:

  1. Oh dios , se me han saltado las lagrimas.. que bonita tu entrada ! (: Te sigo . Un besitttttto cielo ♥

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  2. Me encanta tu blog, ya te sigo:D
    Pásate por el mio y si te gusta sígueme: http://tusonrisaesmiperdicion.blogspot.com/

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  3. joder, me a exo llorar ^^

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